El jardín japonés es considerado un espacio único que cuenta con un diseño arquitectónico clásico de la cultura nipona e invita a la relajación.
Los jardines son lugares donde la creatividad e ingenio juegan un papel importante. En ellos podemos elevar la belleza de la naturaleza a su máxima expresión. En un jardín japonés la espiritualidad y la estética se combinan para crear una tendencia en diseño.
En el ámbito doméstico, este tipo de jardines busca trasladar la esencia de la naturaleza hacia otros espacios para brindar la sensación de paz, calma y serenidad.
Esencia de un jardín japonés
Una de las principales características de los jardines japoneses es la simetría. No trata solo de combinar una serie de elementos para llegar a un resultado final. Por el contrario, cada elemento en su forma más simple, proporciona un equilibrio y naturalidad que otorga elegancia y espiritualidad.
En pocas palabras, en un jardín japonés cada componente tiene una función y cumple un rol específico para alcanzar su objetivo.
Principales elementos y sus características
Sin duda alguna el elemento principal de un jardín japonés son las rocas o piedras. Éstas representan en primer lugar la esencia de todo el paisaje ligado directamente con la cultura del país asiático. Las más utilizadas son las volcánicas como el basalto. Generalmente este elemento es organizado en el espacio en grupos de 3 o 5. Actualmente se utilizan rocas talladas o moldeadas para un mejor resultado ya que anteriormente los jardines japoneses hacían uso de rocas encontradas en la naturaleza.
Otro de los elementos más importantes son las plantas, en ellas predomina el color verde. Sin embargo, se suelen combinar con árboles de diferentes características según la época del año. Las plantas tienen un significado muy fuerte para los japoneses, en el ámbito religioso y filosófico.
Los arbustos también forman parte de este tipo de jardines ya que se pueden moldear (podar) a nuestro gusto y estilo. No obstante, habitualmente se usa la técnica niwaki (en forma de nube).
El bambú no puede faltar. Este elemento característico aporta clase y un diseño muy cercano la cultura japonesa. Existen diferentes variedades de bambú para elegir.
Indispensablemente el agua debe estar presente de distintas maneras. Algunos jardines poseen diseños de arroyos o cascadas. También se suelen instalar fuentes decoradas naturales y artificiales.
Finalmente nos encontramos con elementos de decoración como las luces que permiten iluminar el jardín por las noches. Junto a ellas las estatuas (generalmente de budas) también son una gran opción.
¿Cuáles son los estilos de un jardín japonés?
Existen muchas clases o estilos para un jardín japonés y dependerá del uso que finalmente van a tener. Entre los más destacados se encuentran:
- Jardines Zen: se relacionan directamente con los templos y están diseñados para generar un ambiente de meditación. En Japón, por ejemplo, tienen un gran significado y se caracterizan por contar con una gran variedad de piedras y un estilo que simula el agua y las islas.
- Jardines de aposento: este jardín japonés se ubica en el interior del hogar por lo que se diseñan exclusivamente en lugares reducidos para verse desde un punto en concreto.
- Jardines Roji o jardines del té: se consideran los jardines con mayor popularidad ya que su construcción es sencilla. Además no demandan espacios de gran extensión. Se caracterizan por ser un camino recto en cuyo final se encuentra una cabaña de paja. La representación de este tipo de jardín es la Ceremonia del Té, una tradición de mucho respeto en Japón.
- Jardines de paseo: es un camino que se diseña a los alrededores de una fuente de agua o estanque. Su principal atractivo es la similitud con la naturaleza gracias a los elementos que lo componen.
Hoy en día el jardín japonés se ha vuelto popular en todo el mundo. Países como Estados Unidos, Chile, Argentina, España, Polonia, Uruguay, entre otros, cuentan con espacios elegantes y majestuosos, referenciados por supuesto en la cultura japonesa.